Nuestra sierra, gracias a sus especiales condiciones fisiográficas ha sido y continúa siendo un lugar propicio a la actividad ganadera. Los cabreros y pastores suponen hoy en día, y antaño muchísimo más, oficios que dieron sustento a muchos habitantes de nuestra comarca, aun siendo un trabajo duro, de sol a sol y todos los días del año.Merece la pena hacer una escapada y visitar el municipio de Alozaina para conocer toda su tradición caprina. El día empezará con los quehaceres propios del cabrero: el ordeño de las cabras y la limpieza de las cabrerizas y si la suerte nos acompaña, veremos el nacimiento de un chivo. Después acompañaremos al cabrero con su rebaño a patear nuestro entorno natural en busca de buenos pastos para el ganado. Durante el pastoreo, aprenderéis expresiones y palabras señas de identidad del cabrero tales como ahijar, choto, señal, zurrón…, a tirar a honda, a conocer las plantas medicinales que encontréis a vuestro paso, a reconocer las variedades de cabras en base a la forma de sus cuernos y entre todo este conocimiento y mucho más, el cabrero os deleitará con alguna que otra anécdota que le haya ocurrido. Haréis un pequeño descanso, junto con los cabreros degustaréis los exquisitos manjares de sus capachas: chacinas de elaboración propia en el municipio. Al día siguiente, aprenderemos a elaborar nuestro propio queso de cabra de forma artesanal y podremos degustarlo sólo o acompañado de otros manjares de la Sierra como es la miel.