La llegada de los musulmanes a nuestras tierras supuso la integración de una cultura que implantó nuevas costumbres, un cambio en el urbanismo existente hasta entonces visibles en muchos rincones, distintas formas arquitectónicas. Es aquí donde no se puede olvidar destacar El Castillo, fortaleza de Al-Mundat construida en la colina llamada la Villeta, cuyos orígenes parecen remontarse al siglo IX en tiempos de Omar Ben Hafsun. Merece especial atención también los molinos Moriscos de Alpujata, que aunque su origen no está del todo claro, tienen como elemento fundamental de funcionamiento uno que para la cultura musulmana era esencial: el agua; y cuyo sistema era utilizado también por éstos para la obtención de la harina, para hacer el pan. Producto básico en la alimentación desde hace miles de años. Esta experiencia está recomendada para aquellas personas que desean aprender acerca de nuestros orígenes, de cómo el hombre a lo largo del tiempo ha interactuado con el medioambiente y en definitiva, curiosas por conocer un poco más acerca de nuestra historia. |
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