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ISTÁN -
MONUMENTOS PRINCIPALES
Torre Escalante
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Se sitúa en el corazón del núcleo urbano, en
la parte más alta del antiguo trazado
musulmán de la villa. Su origen es incierto,
aunque pudo formar parte de las
fortificaciones que defendían la cercana
Marbella, sirviendo como torre de alquería,
con misión defensiva, a los vecinos de
Istán.
Su construcción debe adscribirse a la época
nazarí con reestructuraciones cristianas del
siglo XVI. Su construcción es cúbica, con
arco, bóveda, e hiladas de piedras
regulares. La sala es rectangular con dos
pechinas en el ala este, las cuales arrancan
desde una altura media y se abren en abanico
en su parte superior, de donde parten los
arcos que formarían la bóveda.
Actualmente sólo queda constancia del
recinto abovedado, un arco de medio punto y
el patio, que estuvo destinado al paso de
caballerías hacia el corral del Concejo,
ahora inexistente. Por considerarse uno de
los vestigios más importantes del pasado de
la villa de Istán y dadas sus
características ha sido declarada Bien de
Interés Cultural.
Iglesia de San Miguel
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Situada en la plaza del pueblo, la Iglesia
de San Miguel fue erigida en 1505 por orden
del arzobispo de Sevilla D. Diego de Deza y
confirmada por la bula de Julio II en 1510.,
Para la ubicación de la iglesia se eligió un
lugar amplio, fuera del recinto amurallado y
sobre el solar que ocupaban unas huertas. Su
construcción resultó determinante para
facilitar la expansión urbanística hacia el
sureste. Fue incendiada durante la rebelión
de los moriscos en 1569 y, a lo largo de los
años, ha sufrido diversas modificaciones.
Consta de una sola nave rectangular con
armadura sencilla de madera y una estancia
cuadrada que se abre en el fondo de la
Epístola. En su cabecera se hallan tres
camarines con pinturas del siglo XVIII.
Destacan, además, las imágenes de San
Miguel, patrón del pueblo, junto a otras
como la Inmaculada, la Virgen de los
Remedios, la Virgen de los Dolores, San
Antonio, la Virgen del Carmen, un Resucitado
y San José.
En su fachada destacan los arcos que cobijan
las puertas. Se componen de un arco de medio
punto entre pilastras, sosteniendo un
frontón triangular abierto para cobijar un
templete del mismo tipo. La cabecera
presenta en el exterior los tres camarines,
alzados sobre el nivel de la calle. La
espadaña, en esquina, es el rasgo más
barroco del exterior; se dispone de forma
triangular, formada por dos arcos de medio
punto rematados por machones curvos, para
albergar las campanas.
Vía Crucis
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Establecidas a lo largo de las calles del
pueblo, en Istán se conservan las estaciones
del Vía Crucis. Camino que está compuesto
por sencillas y pequeñas cruces que se
ubican en huecos practicados en las fachadas
de las casas de la localidad. Algunas de
estas cruces permanecen en lugares
originales y en su estado primitivo,
mientras que otras han sido reformadas a
medida que lo han sido también las fachadas
que las albergaban.
Reminiscencia de la religiosidad popular de
los primeros pobladores cristianos de Istán,
estas cruces aparecen repartidas por todo el
casco urbano. Marcan las estaciones del Vía
Crucis y era una forma de expresión
religiosa de aquellos vecinos que carecían
de imágenes en la iglesia. Vinculadas a la
cofradía de la Vera Cruz, hasta principios
del siglo XIX, cada viernes de cuaresma,
penitenciados y flagelantes salían por la
noche cubiertos con capas, arrastrando
cadenas en los pies y provistos con lanzas,
arrodillándose en cada una de las estaciones
para cumplir la penitencia.
De todas ellas, sólo la denominada “Cruz de
los Mozos” no pertenece al Vía Crucis. Su
denominación arranca del siglo XVI y fue
puesta en ese enclave para santificar el
antiguo solar de la mezquita.
Ermita de San Miguel
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Situada a unos 2 kilómetros del pueblo, la
Ermita aprovecha en su estructura una
cavidad natural formada en la roca que acoge
al Patrón de Istán, San Miguel. Desde aquí
se contemplan la Sierra Blanca, el Valle de
Río Verde con el embalse de la Concepción y,
al fondo, el Mar Mediterráneo.
El domingo anterior a la Feria de Istán,
última semana de septiembre, se celebra la
Tomillería en la zona recreativa, que se
encuentra junto a la ermita y que está
provista de merenderos y barbacoas. Se trata
de una romería en honor a San Miguel a la
que asiste gran afluencia de público.
El Chorro
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Esta fuente y lavadero, la más emblemática
del pueblo, se encuentra al principio de la
calle homónima, al que se puede llegar por
todos los accesos al centro urbano.
La acequia del Chorro discurría por el
centro del pueblo, descubierta en algunos
tramos, denominados “Charcones” por formar
pequeñas albercas desde donde se canalizaba
el agua para las distintas acequias. A lo
largo de su recorrido, y en determinadas
calles del pueblo, se abrían escotillones
donde los vecinos arrojaban las aguas.
Puesto que las casas no tenían agua
corriente las mujeres debían hacer su colada
en algunos de estos puntos. EL agua para uso
doméstico también se traía de esta fuente.
Visita obligada es este encantador y bello
rincón, formado por una gran fuente, que
ocupa el frontal y de la que brotan 7 caños
de agua, donde se conservan los huecos que
en la piedra caliza han dejado el roce de
los cántaros llenos de agua.Junto a la
fuente encontramos el lavadero, ornamentando
estos dos elementos del Chorro las blancas
fachadas ocupadas por buganvillas y los
rosales de la escalinata.
En cascadas, y a través de una acequia, cae
el agua que tiene su nacimiento algo más
arriba, formando el famoso lavadero, Chorro,
custodiado por hermosos arcos de ladrillos
vistos.
Miradores
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Hay en Istán cuatro miradores (Las Herrizas,
Tajo Banderas, El Peñón y Los Jarales) que
permiten disfrutar de las panorámicas que
ofrece tan privilegiado enclave. Por un lado
las sierras, cuyas abruptas montañas
protegen y custodian el pueblo, por otro el
embalse de la Concepción y, por último, la
estampa que forma el curso de las aguas del
río Verde, encaminadas a abastecer el
mencionado embalse. Si el día goza de
claridad, la vista alcanza la costa
africana.
Castaño Santo
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Este ejemplar, único por su tamaño y edad,
unos quinientos años, está declarado como
Monumento Natural de Andalucía. Se encuentra
en un recóndito lugar de la Sierra, en la
cuenca del Hoyo del Bote. Cuentan los
mayores que antiguamente servía de refugio y
dispensa a aquellos que huían a la Sierra
con el fin de ocultarse. También se
oficiaban misas bajo su copa para más de un
centenar de fieles.
Nacimiento de Río
Molinos
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El manantial de río Molinos brota de Sierra
Blanca y discurre entre las rocas cubiertas
de vegetación para unirse sus aguas, a
través de un dique en forma de gran cascada,
a las del río Verde. Constituye la principal
fuente de abastecimiento de agua para el
pueblo y, mediante un sistema de acequias de
origen árabe riega las fértiles huertas
dispuestas en bancales. Además, durante
siglos ha sido la fuerza motriz de los
numerosos molinos que le dan nombre.
Acequias Moriscas
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Se localizan atravesando todo el pueblo y se
ramifican para regar las diferentes zonas de
huertas y bancales que se encuentran
alrededor del mismo. De origen musulmán, las
acequias se utilizaban para encauzar el agua
de riego y uso doméstico de las gentes. Esta
construcción representa un claro exponente
del nivel alcanzado por el pueblo árabe para
canalizar las aguas en pro de su utilización
humana. Los árabes aprovechaban con maestría
todos los accidentes geográficos,
construyendo bancales donde parece imposible
y haciendo llegar hasta ellos, mediante un
ingenioso trazado de acequias, el agua
necesaria para su riego.
El agua es el elemento imprescindible del
paisaje de Istán y forma parte de su propia
esencia. Actualmente las acequias siguen
sirviendo como canalizadoras de agua para el
riego tradicional de las huertas,
constituyendo un entramado que recorre el
subsuelo de muchas calles de la localidad.
Cabe destacar la denominada “Acequia del
Chorro” cuyo recorrido forma, desde el
nacimiento del Río Molinos, un paseo de
increíble belleza natural.
La Esfera
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Descripción: En el diseño y creación del
proyecto de la obra escultórica pública el
autor ha buscado constantemente en cuanto a
estilo y características personales se
refiere. En dicha obra se conjuga la
modernidad con ciertos aspectos
tradicionales. Para ello ha tomado en
consideración una serie de elementos de
índole simbólico que entroncan con
Andalucía, la villa de Istán y el lugar de
ubicación de la obra.
1) El agua
Símbolo universal de gran trascendencia
en todas las culturas es considerada en
la filosofía indú como el elemento
mantenedor de la vida, principio y fin
de las cosas. Los mesopotámicos la
tenían como símbolo de sabiduría y
misterio. En Istán, el agua ha tenido
una relevancia histórica debido a la
presencia de sus manantiales, acequias,
etc. También se manifiesta de una manera
mítica en la memoria colectiva de sus
gentes.
2) La esfera de mármol verde
La esfera ha sido considerada como
símbolo de la totalidad. Ya para los
presocráticos ésta equivalía a lo
infinito. Emblemáticamente la esfera se
identifica con el globo y se considera
alegoría del mundo. Los surtidores de
agua en su base crean un torbellino
circular que trae consigo la ilusión de
movimiento permanente. El color verde
del mármol se asocia, en este caso,
directamente con Andalucía.
3) Los metales oxidados
Sugieren el paso del tiempo que no es
otra cosa que la recuperación de la
memoria. Evocan antiguas imágenes de
herramientas, arados de labranza, etc.
vestigios de un ayer no lejano. En la
escultura estos metales están soldados a
la estructura principal con barras que
crean cruces, lo que se asocia con el
elemento histórico del lugar de
ubicación del Calvario. Las
terminaciones en puntas agudas de los
aceros dan fuerza visual ascendente con
connotación espiritual.
4) Los muros blancos laterales
Se identifican o se hermanan con el
blanco tradicional de los pueblos
mediterráneos logrando la fusión
urbanística. Estas dos paredes de formas
modernas y futuristas encierran el
espacio interno y asumen carácter de
protección, símbolo materno y místico.
5) La alberca o estanque principal
Evoca abrevaderos, acequias de regadío y
sobre todo, nos recuerda su existencia
vital en épocas estivales. Las piedras
erosionadas, tapizando el fondo del
estanque, son testigos cotidianos de los
andares centenarios a lo largo del Río
Verde
Fuentes
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En muchas calles de Istán, se hallan estas
pequeñas construcciones. Son fuentes de agua
potable y exquisitamente fresca, se reparten
estratégicamente por el pueblo ya que su
función, antiguamente, era abastecer de agua
a la población, cuando aún no existía
suministro individualizado para cada casa.
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